Cocinó en Estación Central y junto con el mixólogo Darién Arambulo deleitaron a los asistentes con una atractiva carta de alta cocina internacional
Tijuana.- El Chef Carlos Bañuelos y el mixólogo Darién Arambulo, ofrecieron maridaje en una velada con propuestas culinarias de alta escuela aderezada con orgullo y tradición de esta región de Baja California, el anfitrión de la Estación Central, en la Avenida Revolución, entre 6ta y 7ma departió con comensales, amigos y familiares las delicias de las tendencias gastronómicas que ofrece la cocina del Norte. Estuvo acompañado de sus dos colaboradores Isabel López y Jesús Amaya
Carlos, comandando la cocina regresó a este restaurante donde trabajó cuando se inauguró y ek jueves 10 de junio junto a Darién como jefe en la barra, deleitaron la tarde con cocina internacional de primer mundo.
En Tijuana existen espacios donde se combinan elementos que pueden llevar la imaginación a un sofisticado restaurante italiano, a los sabores fuertes de la cocina española, a la calidez del mediterráneo o al misticismo de culturas como la hindú o la coreana.
Estos jóvenes tijuanenses han fusionado en su propuesta culinaria una atractiva carta de alta cocina internacional para comensales interesados en algo más que lo tradicional, mientras ellos se divierten creando combinaciones de mezcales, al ritmo de la música electrónica, techno y disco en el ambiente y el chef intenta concentrarse para levantar una torre de turbina sobre una tostada, la camaradería de la amistad los circunda animando el momento y transformando el espacio es incomparable, cálido, ameno, íntimo, relajante, entretejiendo sabores de infancia, con el profesionalismo de la alta escuela culinaria y la tradición familiar.
Si usted quisiera experimentar el sabor del chapulín milenario de la cocina mexicana con cocoa, tiene que venir a este lugar y probar su postre en un pay con costra crujiente salpicado de pistache, no sin antes degustar una pasta perfectamente al dente con sabor norteño, o unos macarrones preparados en crema de camarón mientras destila por la garganta una bebida que contrasta y resalta la sencillez del platillo con la madurez que dan los años de estudio sobre alta cocina.
Todo niño ama los macarrones con queso, sin embargo, acompañados por una mezcla de sabores cítricos con licor de cereza en el cocktail Don Arnulfo, llevan al comensal a vivir una experiencia capaz de olvidarse por un momento de los estragos que la reciente pandemia ha dejado en la comunidad tijuanense.
Con un sorbo de agua preparas tu paladar para degustar un chicharrón de pulpo sobre una deliciosa salsa de ajonjolí y chile japonés acompañado de un cóctel dulce y alcoholizado con infusión de menta que te recuerda que la vida vuelve a fluir en las propuestas de una juventud emprendedora, pujante, propositiva que no se rinde ante los duros retos de la vida.
Si usted quiere pasar una deliciosa tarde mágica rodeado de buen ambiente, deliciosas creaciones culinarias y un animoso mixólogo dispuesto a consentir el espíritu con el etílico sabor dulce de sus creaciones, este es el lugar.
La central tuvo esta tarde-noche la mancuerna ideal que hace que la amistad y el compañerismo se incruste en las venas y salgas del lugar, además de satisfecho, con una relajación extraordinaria y con ganas de volver.
Los cócteles esperan detrás de la barra y la cocina lista para transformar la necesidad del comensal en una experiencia de primer mundo, con la tostada Mi Chuy, un ceviche con hongos confitados, sal de gusano que le va muy bien a una cerveza servida en un helado vaso coronado de sal.
Esto y más propuestas de sabores se ofrecieron en el regreso de Carlos Bañuelos a Estación Central.
