Playas de Rosarito.- Con una tarde medio fresca y con sol a ratos, la visita a Rosarito es obligada para intentar disfrutar de la puesta de sol sobre el inmenso océano pacífico. No lleva más de una hora acercarse a las playas y con menos de 30 pesos por persona cualquier taxi, en caso de no tener automóvil propio, te lleva justo frente sobre la avenida con un par de cuadras de camino de arena hacia la maravilla de observar el acaecer de las olas.
Lo primero es mantener el estómago contento, de otra manera la tarde no resultará tan agradable, cuando las amigas intestinales claman por alimento, ni el más diestro meditador las sosiega con un snack, y para esta deliciosa actividad, nada mejor que un buen pescado frito a la orilla de la avenida, o qué tal unos camarones empanizados o un buen filete de pescado un pulpo a las brasas.
Esto particularmente el restaurante Mariscos el Caimán tiene en su menú un platillo que hace que las papilas gustativas aumenten el nivel del agua del océano, contiene langosta al mojo de ajo, un corte Ribe ye, acompañado de papa al horno, arroz y vegetales, ahora, si eres amante de los rolls, el de cangrejo, pepino, aguacate y queso philadelphia no te dejará que te levantes de la mesa sin pedir un arroz marinero con pulpo, camarón, vegetales acompañados de salsa negra de la casa, una delicia.
El ambiente es sumamente agradable, por la pandemia, puedes tranquilamente sentarte en los espacios del lugar al aire libre, bajo una sombra de palma fresca y mientras te traen una deliciosa bebida, puedes degustar botanas con salsa y escuchar excelente música con la banda Tabaco, que le ponen ritmo a cada bocado.
Los meseros no te dejan un momento sin atención y si quieres permanecer toda la tarde hasta que el sol se esfume, en la Plaza San Fernando, Mariscos el Caimán te ofrece quesadillas de camarón, pulpo, jaiba y caracol con queso monterrey como botana mientras con una buena plática te refrescas con bebidas preparadas.
Y mientras el corrido de Nayarit llena el espacio con las tonadas que invitan a bailar ahí, sobre el piso de madera y el viento del océano te refresca para que sigas disfrutando, la barra del lugar te sigue sirviendo y tú botaneando los deditos de pescado, deditos de queso, o boneless, eso sí, no se te olvide pedir para llevar, pa que te vayas preparando para el maratón de Guadalupe Reyes, tostada y cheve por 50 pesos, u otras promociones de este lugar que aunque sea de pisa y corre, comer como Dios manda o un aguante sin bajarte del auto y sin despeinarte, vale la pena disfrutar a lo grande. ¡!Provecho, bon appétit!!