Presentó en el Cecut “Conversaciones con mamá” y junto con Queta Labat encararon a los tijuanenses
Raúl García Salguero
Tijuana.- Jesús Ochoa cosechó aplausos generosos desde que apareció sobre el escenario y el actor que pareció con su personaje: Jaime, en la obra teatral “Conversaciones con mamá” que la noche del lunes presentó en dos funciones en la Sala de Espectáculos del Centro Cultural Tijuana (Cecut) que este mes celebra el 35 Aniversario de su fundación.
La historia de Santiago Carlos Oves, montada en escena no tiene matices que le den mucho impacto a la obra, un diálogo en donde las actuaciones de Jesús Ochoa y Queta Lavat le ponen picor y encanto con lo que logran interesar al público y otorgarles a estas magníficos actores un largo aplauso de pie.
En “Conversaciones con mamá” Ochoa hace gala de su profesionalismo actoral con ese toque cómico con el que lo identifican sus seguidoras, en cuanto apareció en escena el auditorio esbozó un grito de gusto y aplausos generosos para el actor que pareció conectarse con su personaje: Jaime, un hombre en crisis matrimonial, recientemente despedido, sin buena comunicación con sus hijos y grandes deudas económicas que llega al hogar de la madre en busca de soluciones a sus problemas.
Su personaje, un hombre excelentemente bien vestido, elegante, hace el contraste con la actuación infantil de berrinches ante la madre, la queja por los sermones y el puchero por las razones de corrección de una madre con su hijo.
Queta Lavat por su parte, madre de un cincuentón que parece tener regresiones infantiles ante su situación tan complicada. Ella, como toda madre mexicana, vive para su hijo, para aconsejarlo, para prepararle comida que no come, para escuchar su problemas y como suele suceder, para complicarle la vida un poquito más.
Divertida trama entre estos dos actores que logran arrancar las risas del auditorio que en su mayoría fueron parejas entre 40 y 60 años, mujeres mayores que se identificaron en varias escenas con los personajes y los diálogos sin mucho drama y con ligeros brotes de humor octogenario con temas como las desavenencias entre consuegras, los disgustos entre madre e hijo que causa la nuera y la sexualidad de una madre que está al borde de la inminente muerte, la cual no detiene las conversaciones con la madre.
Haciendo alarde de que el padre del personaje es tijuanense, y de aficionado a los xolos, Ochoa se echó a la bolsa al público asistente quienes aplaudieron la amenaza de Jesús para volver a este teatro tijuanense que se volverá a llenar al tope como esta tarde del 17 de octubre porque después de todo, ¿quien no tiene una madre a toda madre como la de él?
