En la conferencia “Nadie muere de amor” Guillermo Sánchez recreó la infancia, recuerdos, anécdotas, como cayó, se levantó y se despidió cantando La Llorona
Raúl García Salguero
Tijuana.- Según la fabulosa Chávela Vargas, Frida Khalo fue su gran amor, la amo, la quiso muchísimo, decía que la amaba más que admirarla por su pintura, ella la pintó pero le quitaron la obra los del partido comunista, compartió Guillermo Sánchez “Memuz” al ofrecer la conferencia “Nadie muere de amor” en la Sala Carlos Monsiváis del Centro Cultural Tijuana (Cecut)
Con una sabrosa narración, el compositor, profesor, Guillermo Sánchez que desde temprana edad se interesó por la música mexicana durante una hora en homenaje a Chavela Vargas platicó pasajes que vivió en su infancia en Costa Rica, como sufre con unos tíos, y prácticamente huye a México que le llamaba la atención por la música y canciones de Pedro Infante, reseño como triunfa, cae en el alcoholismo, se recupera y reaparece cuando la hacían muerta.
Al inicio de la charla, que comenzó hablando de los diferente que fue desde niña Chavela Vargas, una voz de entre el público interpeló pidiendo que no inventara, y calmadamente respondió ella le comentó que desde su nacimiento sintió atracción por las mujeres, “no estoy inventando nada señora”.
Al exponer, dentro del programa de entijuanarte, como Chavela conoció a la pintora mexicana, recreó cuando invitaron a una fiesta a la casa de Diego Rivera y ahí Chávela Vargas se quedó platicando a solas con ella, narrando los diálogos recreando espacios y poniendo en perspectiva la época, donde su esposo, era el famosos y Frida aun no trascendía más allá de ser la esposa del pintor mexicanos.
Un amigo la invito a una fiesta y como habría música y vino, acudió a la casa al igual que muchas personalidades de la época, ya se habían marchado todos y Chavela seguía platicando con Chavela Vargas.
“Porque no te quedas a dormir si aquí tenemos muchos cuartos, vives muy lejos y ya no hay camiones, quédate, ¿verdad que si diego?, si que se quede, y durmió con seis perros Xoloitzcuintles., fue a la fiesta y se quedó a vivir una semana donde vio cosas increíbles”.
“Tocaban a la puerta, Chavela salía a abrir y gritaba les busca un señor con barba de chivo y era el ruso León Trotsky sin saber la importancia de los personajes de época que acudían a la casa de Diego y Frida, esa es la historia de ellas a grandes rasgos”.
Refirió que “en 2009 en Guadalajara, junto al maestro Carlos Monsiváis, Chávela Vargas presentaba un libro y llegó un coleccionista y le entregó una carta de Frida Kahlo a Carlos Pellicer, le decía algo así, está en internet, búsquenla, “Hoy conocí a Chávela Vargas, extraordinaria, lesbiana, una mujer impresionante, es más se me antojó eróticamente, será acaso una regalo que el cielo me envía”.
Apuntó que esa carta esta resguardada, porque a la muerte de Chávela, sus cosas quedaron protegidas y que espera que un día puedan ser mostradas al públicos porque tienen el sueño de un día tenerle un museo en Tepoztlan, Morelos donde fue su última morada”.
Comentó de la infancia, etapa del alcoholismo, anécdotas que vivió con su gran amigo José Alfredo Jiménez y las penas que pasó para dejar el alcoholismo, en su disertación, afirmó que trabajo de albañil, como se apartó y desapareció cuando se va a vivir a un pueblito donde vivía borracheras terribles.
Al final de la conferencia como conoció a Joaquín Sabina y porque le compuso “Por el bulevar de los sueños rotos”, una de las canciones más maravillosas del repertorio de Chávela Vargay pidió “una aplauso para el gran Joaquina donde se encuentre”.
Como cereza en el pastel, Memuz mostró un video conde Chávela interpretó lo que consideró su himno de toda la vida, “La llorona”, en 2012 en Bellas Artes, el año en que murió, ya en silla de ruedas, “se logró su presentación y ahí cantó la Llorona como nunca antes, improvisó versos que yo interpreto la despedida de este mundo”.
“Comenzó a decir,…aquí termina una historia que comenzó de la nada, dame la mano llorona” y proyectó el canto de “La Llorona”, al terminar y regresar la luz, Memuz dijo que murió un 5 de agosto en 2012 y sus últimas palabras fueron, “me voy con México en el corazón con su jorongo y el medallón chamanico”.
El compositor tijuanense que más de 30 artistas le han grabado, escritor de tres libros de hipnosis, promotor cultural, y amigo personal de Chavela Vargas, finalizó con emoción agradeciendo la presencia en la sala de la maestra Bernardina Green, madre de la mexicanidad y al historiador José Saldaña Rico, entre otros.
El aplauso final fue para los asistentes, por estar en conferencia “Nadie muere de amor” un homenaje a Chavela Vargas en la cineteca Carlos Monsiváis como prte del programa de entijuanarte que durante 3 dias se realizo en el Centro Cultural Tijuana.